Resultado: Severina

lunes, enero 24, 2005

Quien cierra, pregunta ella con la llave caida al suelo

a esa cosa se le da forma.
toma los mensajes curvos, los plancha, los hace de piel
y luego los colorea,
como cuando la tarde redobla su esfuerzo por preservar la postura.
yo voy y me le acerco de a poquito.
entre uno y otro labio cambia de parecer, pero en cuanto se asusta, el aparece.
por mi mente pasa el mundo con los ojos turbios.
una camisa es suficiente, pienso,
colocar la salida en el lugar mas comodo y no detener nunca un parrafo pedregoso.
que tenga que montarse uno en el como en una yipeta.
en eso salieron ciertas melodias
como si llevaramos amplificadores a cada escena,
como si las secuencias en companhia tardaran en secarse
y tuvieramos que mirarnos, sin mas.
y repetir creyendo que nadie nos escucha
esa parte que dice: no estas en esta pelicula, no estas en esta cancion. quisiera uno.

Amor, cuando tu sientas amoooorrr... (pidelo en la voz de D. Santos, vale?

habiendo concluido los negocios de rigor, miro de soslayo, queriendo imitar al protagonista que habian estado viendo horas antes. se abrocha los pantalones. quizo parecer en control, mientras tramaba el comienzo: dejar la puerta abierta. sabia que esto enfureceria al contrincante. no era sino este detalle el que pondria las cosas a correr. el negocio necesitaba agilidad, una buena excusa para poner a trabajar todos los elementos ya puestos en evidencia. en juego. contaria hasta tres.

hoy decidi no postear acentos. si no les gusta....

jueves, enero 20, 2005

Nadie

'Lo peor era cuando se pegaba en el pelo... No había forma de quitarlo, así que la única solución era.. usar las tijeras y esperar que no se diera cuenta nadie.'
i. r. vega

la verda es que la quijada la tenía cansada. habría transcurrido el tiempo suficiente como para pensar en varios asuntos. no podía, en definitiva, pensar así, en esas condiciones. devolverle la imagen, así como así, era un trabajo de meses, como poco. empezar por los cabellos...

miércoles, enero 19, 2005

Los buenos muchachos

yo tuve la oportunidad de conocer a un buen muchacho una vez y fue terrible para él. cuando tiraba la puerta nunca me daba escalofrío, pero no bien pasaban unos minutos el reloj daba la hora que se suponía y todo dejaba de ser la misma historia. esta vez no evito el clishé, si viene a presentárseme con su carota fresca de argumentador.

a raiz de toda esta vaina, parte de su semblante le andaba cerca de los parques, como en su búsqueda. la copa de uno de los árboles, por alguna razón que no comprendía, resolvió seducirlo. respiró atropelladamente porque se detuvo de súbito a contemplarlo. la garganta le murmuraba al oido unas suciedades para que no desistiera de la idea reservada para la sed. y para que no se atreviera a realizar la impostergable llamada telefónica. quedó inmóvil, apenas recordando el traje de la dama con piezas de automóvil, como en su más reciente fantasía.
líquido de baterías, sonrió preguntándose no bien había terminado la frase del libro de NB. pero esa es otra historia.

si vas por el comienzo -le gritó de manera áspera el Habitante, que estaba en la rama del árbol que observaba (que los dos consideraron demasiado frágil)- no te atrevas a mencionar ni pí. va en contra de los ideales del clan.

era ganga. la palabra era ganga y no se daba cuenta. lo lindo es que seguía y seguía con la perorata, pero con mucha razón. yo mismo/a tengo que reconocer que todo lo que argumentaba era cierto. a su instinto no me le cuadro, hecho que no me gusta afirmar en público, sobre la tarima y menos si se me presenta con ramas and such. yo me le cuadro cuando la noche recurre al vicio de los bohemios (¿es así que les llaman?)

martes, enero 18, 2005

El que no es infierno

la diabla insíste en quedarse fuera del juego. le digo que me envíe sus cosas, para poder tirar el teléfono con mucha más tranquilidad. a la espera quedo, siempre. yo descubrí hace poco que la diabla me toma por sorpresa estando ambos fuera. fuera del habitat que a usted le encantaría ubicarnos. nos amamos, eso sí, cuando observo el estiércol que completa el decorado de los faroles y me acomodo las tetas por encima de la blusa. que me ama, me dice, pero esa tetita hay que hacerle algo pronto. yo quiero unas como las que tú tienes, respondo. no se de qué hablas. te lo juro. contesta.